P:.V:.M:. de la R:.L:.S:. Víctor Raúl Haya De la Torre Nº 143
S:. F:.U:.
INTRODUCCIÓN:
Debemos los Masones propender a que la historia como memoria colectiva de los pueblos, no se reduzca simplemente a narraciones, fechas, datos, referencias de nombres, generalidades y divulgación de tradiciones de costumbres o en el otro extremo en una simple "quimera", pues en ambos se obvia, los hechos verdaderos que se suscitaron a través de los tiempos, como por ejemplo en aquellos años finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX, donde epónimos masones incubaron en la conciencia de América, la necesidad de la libertad: Precisamos en razón de ello, que estas luchas sean divulgadas en la forma más imparcial posible, destacando principalmente su rol protagónico que le tocó vivir a la Francmasonería Mundial y la de algunos de sus connotados miembro! s de aquel entonces, de ésta, nuestra augusta Orden.
Antes que nada debo expresarles que actualmente la universalidad de la Masonería, nada tiene que ver con su uniformidad, así, en nuestros días, tenemos una Masonería Anglosajona, con derivaciones en el mundo germano, tributaria de los que fueron sus padres fundadores: Clérigos, pastores presbiterianos, pequeños burgueses, aristócratas ilustrados y, unos años después de su constitución oficial de 1717, se agrego la nobleza con su entorno aristocrático, a la que se sumó además la gran burguesía de aquella época, enriquecida desde los primeros atisbos de la revolución industrial.
En dichos países europeos, coincidentes en su mayoría, con la practicas de las diversas modalidades de la religión cristiana, tales como la católica, la ortodoxa, la protestante, etc., y por el origen social de casi todos los miembros de sus cúpulas, de la llamada Masonería Especulativa, o Moderna, creció y se desarrolló la Masonería como una fuerza eminentemente conservadora, íntimamente ligada a los poderes eclesiástico y temporal y, por lo tanto, sin verse sometida a persecuciones de ninguna clase, ni tener problemas de índole alguno para su desarrollo y consolidación. Vale decir que en la mayoría de los Estados europeos que eran católicos o anglicanos, primaba la asociación Estado-Iglesia.